diarios de bicicleta

Al regresar del campamento, estaba esperando el micro para ir a ver a mis amigos, sentado en la parada del micro me llamo mucho la atención un spot que decía “saca la bici, no contamina”, y fue ahí donde me dieron muchas ganas de hacerle caso a ese spot.

Al llegar a mi casa, no espere para sacar mi bici y darle una buena lavada, tome mi casco y mis lentes, revise el aire de las llantas y me dispuse a salir a buscar un buen lugar donde pudieran darle un buen servicio, ya que aparte de que las velocidades ya estaban completamente descompuestas, los frenos le fallaban y estaba muy desajustada, encontré el lugar indicado y en cuestión de un par de horas, me la entregaron como nueva, no le rechinaba nada, y era cien por ciento funcional.

Al otro día el dolor en mis piernas era evidente, ya tenia mas de 4 años sin montar una bici, es algo que me encanta y por ocupaciones había olvidado que me encanta, el hecho de pensar que no dependo de la potencia de un motor, para llegar a algún lugar, el que yo quiera, sino, que únicamente dependo de la fuerza de mis piernas, mis reflejos cuando voy muy rápido o en bajada, me hace sentirme muy bien, me gusta mucho el roce del aire en mi cara y la rapidez con la que puedo llegar a algún lugar, es a veces mas rápido que un carro o que un micro, sin mencionar el hecho de que es un excelente ejercicio, a veces me da la impresión de que voy volando a muy poca distancia de cielo.

A una semana de haber arreglado mi bici he visitado lugares como los pericos, africam, la presa de valsequillo, y voy por atlixco e izucar, solo espero el momento indicado ara poder hacer ese viajecillo jejeje.