piedras, agua y atardecer remando

… y de pronto me vi después de un bonito verano con cosas buenas y malas, estrés, peleas, mucha felicidad y carcajadas en exceso, remando en un lugar de dioses, con buenos amigos, sacándonos fotos y grabando en piedra esos momentos inolvidables. La velada termino con una amena platica entre gente muy agradable, para después partir hacia nuestras casas, lo admito, me quedan muchísimas ganas de regresar a ese lugar, solo o muy bien acompañado, es un lugar que no compartiría con cualquiera. Una de las cosas que más me gustaron de ese mágico lugar es el atardecer, inigualable. El verano, como ya es costumbre se me paso muy muy rápido, pero parece que el destino se resiste a que yo entre a la escuela, por que hace rato fui a inscribirme y resulta que entramos hasta el 28, osea que todavía tengo como 2 semanas de vacaciones, que chido pero a la ves que aburrido jeje. Espero que se me pasen = de rápido que el verano en el camp.