¡¡¡ Hey... una nuve de color !!!...
… y que se veía así por el frió, o por que iba a hacer mucho frió, o por que el cielo estaba frió, (pobres golondrinas, esa tarde pasaron frió). Una nube de colores azul, verde y gris en el centro con la orilla de color entre naranja y rojo, fue camino a Atlixco, y antes de ver ese atardecer naranja, morado, azul, verde, rojo, violeta, amarillo. Estaba ahí frente al camino, la luz del sol no lastimaba que era lo mejor, y te permitía poder verla directamente, la nube de colores fue la portada de ese atardecer de colores, con los volcanes de fondo, cerros que eran de color morado.
Nos dirigíamos a pasar navidad, una navidad diferente, al menos para mi, no diferente por las personas, o por el lugar, sino por lo que cada uno hizo esa noche, o lo que teníamos ganas de hacer, yo solo quería comer y comer, y es que por comida, con mi familia, jamás me he quejado, mi madre y mis tías cocinan riquísimoooo, y esta navidad no fue la excepción, de hecho creo que la cena fue mejor que la de otros años.
Una familia que crece, con primos con los que antes jugábamos carritos, o las niñas jugaban muñecas, y ahora brindamos con chela en mano todos, sin prejuicios, sin restricciones, fue una velada bonita, de platica, de recordar y de jugar pin pon hasta sudar (y después de 20 set´s y como 3 horas seguidas de juego como no). Antes el “master” del juego era mi tío Javier, recuerdo las barridas que nos daba, era imposible ganarle, ahora fue diferente, tuve la fortuna de derrotarlo, que bien se siente, aunque me costo la mitad de uno…
… después de la cena, la mayoría se preparo para ir al antro, en algún otro momento pude haber ido, pero esta vez no, no tenia ganas de eso, una noche diferente era prioridad, lejos de humo de cigarro, ojos de cansancio disfrazados, mejor quedarse a seguir jugando, o ver tele, o echarme otra chela con mi primo, que tampoco fue, además de que era demasiado predecible lo que iba a pasar, ¿o que no es mas que obvio? que siendo 24 en la noche en una cuidad (si así se le puede llamar) tan pequeña, nada, pero nada iba a estar abierto, y como fue, como 15 minutos después los “antreros” regresaron a casa decepcionados… debieron ver sus caras, jeje reí mucho. Lo bueno de esto fue que fuimos por mas chela y seguimos platicando de todo, solo los primos, los grandes se durmieron temprano, eso fue otra cosa diferente, antes era al revés, los niños se iban a la cama casi después de cenar, pero esta ves no fue así.
Al otro día todos esperábamos el delicioso “recalentado” como desayuno, jugamos mas pin pon, y mi abuelo me dio una lección de puntería, (hace días que me hice fan de tirar piedras con una “resortera” y según yo me salgo a casar aves todas las tardes, aunque nunca le pego a nada). Esa mañana de 25, mi abue vio como falle al dispararle a un pajarito, me pidió que colocara un bote a una distancia como de 30 metros, y tras varias anécdotas de cómo el “cazaba “palomas cuando era niño, disparo, para sorpresa de todos acertó al primer intento y casi llora de la emoción, tenia ya mas de 60 años que no hacia algo así.
El día y la tarde se pasaron rápido, fuimos a un pequeño lugar con un riachuelo con agua del deshielo del volcán a apreciar el paisaje disfrutando de una buena chela. Jajaja es divertido ver que un buen lugar se hace mas agradable con una chela a la mano. Después de eso el día termino y nuestra visita también, y yo quede muy contento de haber tenido una navidad diferente.
Nos dirigíamos a pasar navidad, una navidad diferente, al menos para mi, no diferente por las personas, o por el lugar, sino por lo que cada uno hizo esa noche, o lo que teníamos ganas de hacer, yo solo quería comer y comer, y es que por comida, con mi familia, jamás me he quejado, mi madre y mis tías cocinan riquísimoooo, y esta navidad no fue la excepción, de hecho creo que la cena fue mejor que la de otros años.
Una familia que crece, con primos con los que antes jugábamos carritos, o las niñas jugaban muñecas, y ahora brindamos con chela en mano todos, sin prejuicios, sin restricciones, fue una velada bonita, de platica, de recordar y de jugar pin pon hasta sudar (y después de 20 set´s y como 3 horas seguidas de juego como no). Antes el “master” del juego era mi tío Javier, recuerdo las barridas que nos daba, era imposible ganarle, ahora fue diferente, tuve la fortuna de derrotarlo, que bien se siente, aunque me costo la mitad de uno…
… después de la cena, la mayoría se preparo para ir al antro, en algún otro momento pude haber ido, pero esta vez no, no tenia ganas de eso, una noche diferente era prioridad, lejos de humo de cigarro, ojos de cansancio disfrazados, mejor quedarse a seguir jugando, o ver tele, o echarme otra chela con mi primo, que tampoco fue, además de que era demasiado predecible lo que iba a pasar, ¿o que no es mas que obvio? que siendo 24 en la noche en una cuidad (si así se le puede llamar) tan pequeña, nada, pero nada iba a estar abierto, y como fue, como 15 minutos después los “antreros” regresaron a casa decepcionados… debieron ver sus caras, jeje reí mucho. Lo bueno de esto fue que fuimos por mas chela y seguimos platicando de todo, solo los primos, los grandes se durmieron temprano, eso fue otra cosa diferente, antes era al revés, los niños se iban a la cama casi después de cenar, pero esta ves no fue así.
Al otro día todos esperábamos el delicioso “recalentado” como desayuno, jugamos mas pin pon, y mi abuelo me dio una lección de puntería, (hace días que me hice fan de tirar piedras con una “resortera” y según yo me salgo a casar aves todas las tardes, aunque nunca le pego a nada). Esa mañana de 25, mi abue vio como falle al dispararle a un pajarito, me pidió que colocara un bote a una distancia como de 30 metros, y tras varias anécdotas de cómo el “cazaba “palomas cuando era niño, disparo, para sorpresa de todos acertó al primer intento y casi llora de la emoción, tenia ya mas de 60 años que no hacia algo así.
El día y la tarde se pasaron rápido, fuimos a un pequeño lugar con un riachuelo con agua del deshielo del volcán a apreciar el paisaje disfrutando de una buena chela. Jajaja es divertido ver que un buen lugar se hace mas agradable con una chela a la mano. Después de eso el día termino y nuestra visita también, y yo quede muy contento de haber tenido una navidad diferente.