*/*/*cronica de un buen madrazo*/*/*
Me levanto en la mañana, tarde por cierto, esa maldita costumbre de apagar el despertador y regresar a la cama, pero se disfrutan esos minutos que puedes darte de mas, aunque no es recomendable del todo, por que te quedas jeton de nuevo y llegas tarde a la escuela, como fue mi caso.
Lo padre de este asunto es que como mi suerte es grande, el profe se reporto enfermo y todo paso en paz. La escuelita muy tranquila, todo fácil, feliz de recibir puras buenas calificaciones de la semana pasada, sin tareas pendientes, cotorreando con los compañeros, evadiendo a personas desagradables, todo bien.
Llego a mi casita, observo detenidamente, me doy cuenta de que no hay que hacer gran cosa, todo limpio, solo ordenar cositas, en mi cuarto, como es costumbre, todo en orden, no me queda de otra más que echarme a ver los protagonistas y después Dragon Ball Z.
Hace rato leí en el blog de mi buen amigo la nalga, que su infancia fue tapizada de consolas, de videojuegos y esas cosas, yo no fui mucho de eso, aunque si, como buen niño, pase por mi etapa de quedar con los dedos adoloridos (mas el pulgar) de tanto y tanto jugar nintendo, pero además de eso crecí con las aventuras de Goku, desde que era un niño y como teniendo solo 5 años le ponía tremenda paliza a todo un ejercito, hasta que se convertía en un hombre con esposa, hijos, nietos, y se volvía el mas fuerte del universo y como se ponía unas madrisas con cada monstruo cagado que aparecía amenazando la tranquilidad del universo, hubo un ratototote durante mi adolescencia que la sacaron del aire, pero q bueno que ya regreso. Esa caricatura, aunque ya me sepa la historia y lo que sucede en cada capitulo, me sigue emocionando, además de que me trae buenos recuerdos, uno de ellos es que siempre, pasara lo que pasara, sin importar que, me veía con Oscar (mi amigo desde los 3 añotes, prácticamente de la familia), para ir por 2 hamburguesas, 2 refrescos, y disfrutar de nuestra caricatura favorita a las 8 de la noche, no nos perdimos un solo capitulo, y no hubo uno en el que no comiéramos hamburguesas.
Una vez terminada mi caricatura, a vestirme para la ocasión, salir a correr, salgo de mi casa, me estiro, corro, caliento, inicio la carrera, después de dar varias vueltas a la prolongación del boulevard municipio libre (mejor conocido como torrecillas), y de pasar cerca del Tec. Y de Divermagico, y sentir que mis piernas están fatigadas, me dispongo a ir hacia mi casa, tomo un camino alterno, nada nuevo para mí, siempre que salgo a correr tomo el mismo, solo que implica saltar una cerca. Aprovechando el impulso de la carrera salto y llego casi hasta arriba de la cerca, pongo los dos pies, sin pararme, sobre la cerca.
>El campeón se prepara, esta en posición, se ve seguro, tranquilo, se ve, se vee, se veeee… ¡¡¡ se ve en el suelo el muy pendejoooo!!!
Carajoooooo!! Se me atora una ajugeta en unos pinches alambritos que siempre sobran de cualquier cerca, caigo tan rápido que ni cuenta me doy que estoy aplastando mi brazo izquierdo, la mano muy hinchada, ¿¿¿mas??? Y la muñeca también, imagino el momento de la caída y me cago de la risa. Aunque despues me encabrono, me molesta mucho lastimarle, me duele un buen. Vas con tanta adrenalina que lo único que ves es como si alguien te moviera la cámara y de repente te ves en el suelo sin comprender que madres pasó. Fue realmente gracioso verme por un par de segundos colgado de cabeza por una agujeta. Lo que me hace comprender que las cercas se ponen para que totos como yo no se pasen, o les cueste pasar, claro ejemplo…
Lo padre de este asunto es que como mi suerte es grande, el profe se reporto enfermo y todo paso en paz. La escuelita muy tranquila, todo fácil, feliz de recibir puras buenas calificaciones de la semana pasada, sin tareas pendientes, cotorreando con los compañeros, evadiendo a personas desagradables, todo bien.
Llego a mi casita, observo detenidamente, me doy cuenta de que no hay que hacer gran cosa, todo limpio, solo ordenar cositas, en mi cuarto, como es costumbre, todo en orden, no me queda de otra más que echarme a ver los protagonistas y después Dragon Ball Z.
Hace rato leí en el blog de mi buen amigo la nalga, que su infancia fue tapizada de consolas, de videojuegos y esas cosas, yo no fui mucho de eso, aunque si, como buen niño, pase por mi etapa de quedar con los dedos adoloridos (mas el pulgar) de tanto y tanto jugar nintendo, pero además de eso crecí con las aventuras de Goku, desde que era un niño y como teniendo solo 5 años le ponía tremenda paliza a todo un ejercito, hasta que se convertía en un hombre con esposa, hijos, nietos, y se volvía el mas fuerte del universo y como se ponía unas madrisas con cada monstruo cagado que aparecía amenazando la tranquilidad del universo, hubo un ratototote durante mi adolescencia que la sacaron del aire, pero q bueno que ya regreso. Esa caricatura, aunque ya me sepa la historia y lo que sucede en cada capitulo, me sigue emocionando, además de que me trae buenos recuerdos, uno de ellos es que siempre, pasara lo que pasara, sin importar que, me veía con Oscar (mi amigo desde los 3 añotes, prácticamente de la familia), para ir por 2 hamburguesas, 2 refrescos, y disfrutar de nuestra caricatura favorita a las 8 de la noche, no nos perdimos un solo capitulo, y no hubo uno en el que no comiéramos hamburguesas.
Una vez terminada mi caricatura, a vestirme para la ocasión, salir a correr, salgo de mi casa, me estiro, corro, caliento, inicio la carrera, después de dar varias vueltas a la prolongación del boulevard municipio libre (mejor conocido como torrecillas), y de pasar cerca del Tec. Y de Divermagico, y sentir que mis piernas están fatigadas, me dispongo a ir hacia mi casa, tomo un camino alterno, nada nuevo para mí, siempre que salgo a correr tomo el mismo, solo que implica saltar una cerca. Aprovechando el impulso de la carrera salto y llego casi hasta arriba de la cerca, pongo los dos pies, sin pararme, sobre la cerca.
>El campeón se prepara, esta en posición, se ve seguro, tranquilo, se ve, se vee, se veeee… ¡¡¡ se ve en el suelo el muy pendejoooo!!!
Carajoooooo!! Se me atora una ajugeta en unos pinches alambritos que siempre sobran de cualquier cerca, caigo tan rápido que ni cuenta me doy que estoy aplastando mi brazo izquierdo, la mano muy hinchada, ¿¿¿mas??? Y la muñeca también, imagino el momento de la caída y me cago de la risa. Aunque despues me encabrono, me molesta mucho lastimarle, me duele un buen. Vas con tanta adrenalina que lo único que ves es como si alguien te moviera la cámara y de repente te ves en el suelo sin comprender que madres pasó. Fue realmente gracioso verme por un par de segundos colgado de cabeza por una agujeta. Lo que me hace comprender que las cercas se ponen para que totos como yo no se pasen, o les cueste pasar, claro ejemplo…